Hace 239 años que la Masonería rectificada tomaba cuerpo en el Convento nacional de Lyon, llevado a cabo en noviembre de 1778. Es de este Convento que data el Código masónico de las Logias reunidas y rectificadas que prevé, en el capítulo de banquetes y fiestas, junto a los dos San Juan, esta fiesta de renovación de la Orden del 6 de noviembre.
Desde entonces, y pese a severas dificultades de toda índole, la transmisión espiritual se ha mantenido viva, y pese a los diversos entornos que han pretendido adulterarla o someterla a dogmatismos sectarios, aún conserva su pureza en nuestra Orden, mostrando cómo, por su forma y su organización, que culminan en el desarrollo de una enseñanza doctrinal, el Régimen Rectificado es absolutamente autosuficiente y completo, no teniendo ninguna necesidad de ningún otro complemento exterior.
Es por ello que el Gran Priorato Rectificado de Hispania se mantiene así firme en reconocer, defender y conservar el Régimen en su especificidad organizativa, estructural y doctrinal, a fin de que su esencia no sea alterada por el tiempo, declarando nuestra voluntad de promover dicho Régimen Rectificado conservando en todo momento la fidelidad íntegra a sus Principios fundacionales promulgados en los Conventos de Lyon (1778) y Wilhelmsbad (1782). Y esto es lo que celebramos cada año en la Festividad de la Renovación de la Orden Rectificada del 6 de Noviembre.