Tal como estaba previsto, el pasado sábado día 6 de Octubre se llevó a cabo la celebración de la Festividad del Gran Priorato Rectificado de Hispania bajo el patronazgo de San Miguel Arcángel.
Durante la mañana se reunió el Gran Capítulo de la Orden donde se revisaron las diversas actividades de desarrollo y expansión de los trabajos en los distintos estamentos masónicos y caballerescos de la península y de tierras de ultramar. Especial atención tuvieron las posibles relaciones con otras potencias masónicas en vistas a nuevos tratados de amistad y reconocimiento que se esperan próximamente.
Por la tarde se celebró una Tenida solemne del Directorio Escocés Nacional de las Logias Reunidas y Rectificadas de España con una nutrida asistencia de Hermanos. Varias Obediencias de la amistad presentaron sus excusas y sus salutaciones, entre las que destacamos la calurosa y fraternal carta recibida desde el Directorio Nacional Rectificado de Francia / Gran Directorio de las Galias. El Serenísimo Gran Maestro / Gran Prior, e. a Iustitia, dio lectura personalmente a todos los Hermanos de este comunicado y de la respuesta enviada por él mismo, destacando por ambas partes el hecho que nos une de mantenernos fieles al espíritu willermoziano original que dio lugar a la fundación de nuestra Orden en el Convento de las Galias de 1778, y la perseverancia en su conservación y expansión actual al objeto de vivificar las enseñanzas de la Orden Rectificada. El Visitador General y el Gran Canciller del GPRDH corresponderán también con su presencia el próximo día 14 de Diciembre en Lyon para la celebración de la correspondiente Festividad del Directorio Nacional Rectificado de Francia.
Un año más, nuestra joven Obediencia sigue consolidándose como fiel depositaria y custodia de la doctrina y de los valores iniciáticos del Régimen Escocés Rectificado sin desvirtuar su esencia y su sentido original, sin injerencias extrañas que, tal como se ha probado a lo largo de la historia, solo pueden conducir a desvirtuar y adulterar la “Ciencia del Hombre” introducida tan hábilmente por Jean-Baptiste Willermoz en la Orden Rectificada para perpetuar la masonería primitiva según los designios de la Providencia.